Ley española adopta betún con caucho

En el artículo 540 de dicho reglamento figura lo siguiente: «En las obras en las que la utilización del producto resultante de la trituración de neumáticos usados es viable técnica y económicamente, se dará prioridad a dichos materiales.” El orden se aplica a los proyectos de carreteras de nueva construcción y la reconstrucción de las existentes, así como a otros tipos de obras, en particular de rehabilitación estructural.

Cuesta el doble, pero resiste

El betún modificado hecho de caucho reciclado cuesta aproximadamente el doble de un betún convencional, pero esto no se traduce en el encarecimiento de la obra, afirman las empresas de reciclaje. A fin de cuentas, los costes de construcción son similares, dada la gran resistencia de este betún a la propagación de fisuras. De este modo, se pueden reducir los costes de mantenimiento del pavimento. Además, el espesor utilizado en mezclas con caucho reciclado es hasta la mitad del utilizado en las mezclas convencionales. Charles MacDonald, antiguo empleado de la Oficina Federal de Carreteras y supervisor de Pruebas de Materiales de la ciudad de Phoenix, Arizona, llevó a cabo la primera experiencia exitosa de incorporar desechos de neumáticos en el asfalto. Es por eso que se llama «proceso MacDonald’ o «proceso Phoenix». En aproximadamente el 70% de las carreteras del estado estadounidense de Arizona, el betún modificado está hecho de caucho reciclado.

Desviados para quemar

Una cantidad significativa de neumáticos recogidos en Portugal – el 22,9% – se dirige a la combustión o recuperación energética, practicada en Secil de Maceira, en Leiria. Secil de Outão, en Setúbal, también solicitó una licencia para coincinerar los «chips» (fracción no reciclable) de los neumáticos. Sin embargo, tras algunas investigaciones, la Comisión de Monitoreo Ambiental de esa unidad concluyó que los «chips» eran, después de todo, neumáticos triturados, es decir, materias primas para las industrias de reciclado. Ni Valorpneu ni Instituto dos Resíduos aún han explicado cómo ha sido posible que se enviaran más de cuatro mil toneladas de «chips» y granulado de neumáticos desde una planta de reciclado a Secil de Outão. La fracción no reciclable, compuesta principalmente por textiles, con un poco de caucho e hilos de acero, representa aproximadamente el 25% del peso total del neumático. El destino apropiado será el vertedero o la incineración con recuperación de energía.